La práctica de Yin Yoga es, en última instancia, una práctica de la rendición, la aceptación y el dejar ir...
Renunciar... renunciar a ver el mundo, las cosas y los seres en él a partir de una percepción dual en lugar de reconocer la unidad de todo...
Renunciar... renunciar a ver el mundo, las cosas y los seres en él a partir de una percepción dual en lugar de reconocer la unidad de todo...
Yin yoga
promueve el autodescubrimiento de la gran ilusión en la que los seres
humanos están unidos y cómo empezar a liberarse de esa condición limitada ...
Es con esta calidad de mentalidad y de corazón que el Yin-Yogi se acerca a la colchoneta, aceptando todo, la actitud de no aferrarse a nada, ya que mantener un asana durante un tiempo más largo, tres a cinco minutos a menudo, hace que nos encontremos con molestias, Yin-Yoga nos prepara para permanecer en la postura trabajando sobre las sensaciones intensas o no deseadas que surgen, aprendemos a cultivar una respuesta ecuánime hacia el momento presente.Cada vez que empezamos a sentir el estrés o la tensión en nuestro sistema, tratamos de desviar nuestra atención a la conciencia de la respiración y el centro del corazón, cultivando la relajación y la entrega, la combinación de meditación y asanas.
Para Patanjali, Ishvara Pranidhana (entrega) es un método potente para la disolución de las agitaciones infinitas de la mente, y también es el paso donde la atención describe la práctica.Despejar el camino y permitirnos a nosotros mismos armonizar y trabajar la aceptación de lo que ES, en lugar de utilizar nuestra energía para competir contra lo que es inevitable. Cuando nos desprendemos de nuestra necesidad deliberada de reaccionar a la incomodidad, aprendemos a permanecer en el presente, en el momento, lo que permite que la transformación tenga lugar, o al menos la posibilidad de un enfoque diferente o una actitud.Como Aitken Roshi, maestro zen moderno dijo: "La renuncia no es deshacerse de las cosas de este mundo, es aceptar que pasarán." (Aitken Roshi)La renuncia tiene la tristeza y la alegría en ella: la tristeza, porque te das cuenta de la inutilidad de sus viejas costumbres, y la alegría por la visión más amplia que comienza a desarrollarse cuando somos capaces de desprenderse de ellas. Esto no es una alegría común. Es una alegría que da a luz a una nueva y profunda fuerza, una confianza, una fuente de inspiración permanente que proviene de la constatación de que no estamos condenados a nuestros hábitos, que de hecho podemos surgir de ellos, que se puede cambiar y crecer más y más con libertad. (Sogyal Rimpoché)
Fuente: Sebastian Pucelle, Fan of Yin
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