miércoles, 11 de enero de 2012

Entrevista de Yoga Journal a Paul Grilley sobre la práctica de Yin Yoga


Yoga Journal: ¿Cuál fue su primera experiencia con Yin Yoga?
Paul Grilley: En 1981 vi al experto en artes marciales Paulie Zink dar una entrevista televisiva en la que constantemente atribuia su flexibilidad y agilidad a su entrenamiento en yoga. Yo quería saber lo que este hombre estaba haciendo, así que lo llamé por teléfono y comencé a asistir a una de sus clases. Tenía un enfoque taoísta del yoga (yin y yang). La parte yin eran posturas en el suelo, dirigidas a la cadera, las piernas y la columna lumbar. La mayoría de las posturas fueron sentados, permaneciendo largo tiempo, 10 o 15 minutos. Luego nos pusimos de pie y llevamos a cabo una práctica de una hora de yoga más activo (estilo yang) con posturas como el guerrero, los movimientos marciales, patadas y giros.

La mayoría de las personas estaban allí por el entrenamiento en artes marciales, pero yo estaba interesado en la parte de yoga. Había estado enseñando yoga durante siete años en ese tiempo, y me encontré con que su enfoque taoísta era muy dinámico y diferente. Me preguntaba si había algo en su enfoque que podría incorporar a mis clases.

YJ: ¿Qué le impresionó más de Yin Yoga?
PG: Me impresionó el hecho de que Paulie Zink nunca sentía molestias después de la práctica. Le he preguntado, "¿No le molesta, no siente molestias, por ejemplo en las piernas después de tanta práctica de yoga en un día?" Y él siempre decía que no.  En la práctica de Yin Yoga, siempre y cuando no haga algo mal (que no es probable) no se sienten molestias una vez finalizada la práctica. Esta es una característica única, y me sorprendió porque todo el mundo que hace otras prácticas de yoga (yang o activas) sentía molestias al día siguiente. Era como una insignia de honor. No importa qué tan fuerte o flexible uno sea, uno siente en el cuerpo ciertas molestias.

YJ: ¿Cuánto tiempo estuvo con Zink antes de comenzar la enseñanza de Yin Yoga?
PG: Alrededor de un año. Lo fui asimilando por algunos meses, y luego empecé solo. No hay nada místico en Yin Yoga. Zink enseña las mismas posturas que todo el mundo hace. Hay aproximadamente una docena de posturas que se enfocan especialmente en las caderas y la espalda baja. Después de unos meses, había visto todo el repertorio. No hay ningún secreto en la profundización de la práctica. Si usted puede permanecer en una postura 5 minutos, con el tiempo va a permanecer más hasta llegar a 15 minutos, por ejemplo.  Si usted puede permanecer por 15 minutos, puede hacer luego tres series. Es muy sencillo.

YJ: No lo llamaban Yin Yoga al principio, verdad?

PG: No, al igual que Paulie Zink , lo llamé Yoga Taoísta. El término "Yin Yoga" en realidad procedía de Sarah Powers, que hizo la introducción de lo que yin representa en sus clases en todo el país (EEUU). Ella le decía a sus alumnos que, si estaban interesados en conocer más de esto o de algunos de los fundamentos teóricos de la práctica de Yin Yoga, debian ponerse en contacto con Paul Grilley. Así que yo recibo correos electrónicos de personas que estaban tomando clases con ella, que querían saber más sobre Yin Yoga. Tenía sentido utilizar el mismo lenguaje.

YJ: ¿La gente ve Yin Yoga como otras formas híbridas del yoga?
PG: Sigo teniendo ese tipo de reacción. Se trata de un problema de percepción, pero yo no estoy tratando de hacer que un yogui sea Yin. Ni siquiera sé lo que eso es. Sólo voy a enseñar una manera de hacer algo de yoga que es posible que desee incorporar en su práctica. Es normal que la gente piensa "Oh, Dios, aquí viene otro tipo que toma el yoga y está tratando de hacer una franquicia con eso" Quizás en 10 años va a ser irrelevante, pero ahora se llama Yin Yoga, como una forma de hacerle saber a la gente que va mi clase, que la práctica va a ser algo diferente.


Mateo Solan
Yoga Journal

lunes, 9 de enero de 2012

El yoga tiene principio, pero no final

Yoga es exploración. Las posturas no son estáticas, sino un diálogo constante con tu cuerpo que cambia todos los días. Yoga no es un medio para lograr un resultado como flexibilidad o salud sino un recorrido de por vida para profundizar la ¨inteligencia¨ de nuestro cuerpo –parafraseando al Maestro Iyengar-.

Si hubieran aprendido yoga miles de años atrás, hubiera sido a fuerza de prueba y error, obteniendo conocimiento de sutiles alineamientos del cuerpo, permaneciendo horas en una postura. El yoga se aprende quedándonos un largo tiempo en cada postura. No hay otro camino. Aún cuando como practicantes modernos tenemos el lujo de profesores que explican la alineación correcta para evitarnos tener que descubrirla por nuestra cuenta. El beneficio del yoga se obtiene practicando todos los días, consistentemente, a lo largo de los años. Toma tu práctica como un momento de renovación y exploración, no un momento para progresar hacia la flexibilidad. El progreso viene en pequeñas dosis y grandes mesetas. Practica diariamente sin prestar demasiada atención a cuánto progreso estás haciendo.

En cada asana, nuestra meta es trabajar hacia un poquito de esfuerzo sin demasiado esfuerzo. Esto llega en parte a través del alineamiento correcto permitiendo que nuestro cuerpo se soporte mejor y más a sí mismo sobre su estructura esquelética más que a través del esfuerzo muscular. Y también mediante una memoria somática obtenida por repetición. Es bueno preguntarse siempre dónde estoy sosteniendo un asana con esfuerzo muscular que puedo evitar y aun así sostener la postura intacta. Eliminen el esfuerzo físico innecesario. No estén estáticos en un asana. Sientan donde están y hagan algo. Constantemente sientan donde están sus límites y traten de empujarlos suavemente un poquito. En cada postura, sigan buscando un lugar de mejor y menor esfuerzo.

Todos los cuerpos son diferentes. Algunos siempre serán menos flexibles que otros. La menor flexibilidad no impide que una persona se transforme en un practicante avanzado. Las flexibilidades más importantes son la mental y la emocional. Físicamente, la pregunta es, puedo realizar las acciones necesarias y alineamientos que me permitan respirar en el asana y realizarla gradualmente con menor esfuerzo? El yoga es no-competitivo. No hay razón para competir con otros, y no tiene ningún sentido competir con uno mismo. Cada día serás diferente en tu práctica con respecto a muchos factores como flexibilidad, concentración, conciencia y niveles de energía. Si empezaste yoga hace un año atrás y te encuentras virtualmente en la misma situación de cuando empezaste en determinado asana, pero si te sientes más cómodo hoy en esa postura que cuando comenzaste, entonces has progresado. Todos tienen limitaciones, aún cuando a nuestros ojos parecerieran estar haciendo posturas perfectas. Tu práctica personal debe enfocarse en acortar tu lista de limitaciones, independientemente de las listas ajenas. Recuerda que en yoga, un centímetro es una distancia muy larga. A veces toma años moverse un centímetro. Todos vivimos en una pequeña cajita que se llama ¨cuerpo¨. Cuan contraídos están nuestros cuádriceps o gemelos es solo un lado de la cajita. Tu práctica te permite empujar un poquito todos los lados de la cajita para poder vivir más libre, con un sentimiento de mayor tranquilidad que nos da vivir en una cajita más grande todos los días. Los asanas están diseñados para brindar un efecto físico y mental y el efecto no depende de cuánto podes doblarte en Pascimottanansa o de si poder tocarte la punta de los pies en Uttananasana. Cuando practicas yoga, en algún lugar del camino te vas a tocar los pies, pero eso es solamente un punto arbitrario en toda una vida de haber podido empujar un poquito el borde de la cajita, y no se considera realmente una meta a lograr o algo significativo. El aspecto importante de la práctica del yoga es recibir los beneficios de los asanas en pequeñas dosis cotidianas a lo largo de los años.

El mero contorsionismo no es yoga si se realiza sin extender la inteligencia hacia cada parte y superficie del cuerpo, o si carece de un aspecto espiritual. Lo que hace al yoga no es tanto ¨qué¨ hacemos sino ¨cómo¨ lo hacemos y cuál es el efecto resultante.

Nunca corras hacia la profundidad de la postura de inmediato. Muévete despacio y gradualmente hacia tu postura más profunda. A medida que te mueves en el asana, siente el primer punto de tensión o límite al que has llegado. Detente ahí, y relájate en ese límite. Clarifica tu postura y espera a las sensaciones de estiramiento, dolor, o tensión hasta que de alguna manera se hayan aliviado. Entonces podrás moverte nuevamente hasta encontrar otro límite. Detente una vez más, respira. Repite el proceso una y otra vez hasta llegar al último límite de ese día en esa postura, una vez que las sensaciones de tensión ya no desaparezcan luego de una espera razonable.

Una vez que has realizado todos los ajustes y acciones que sabes en un asana, entonces la práctica de ese asana COMIENZA. Debes permanecer en la postura por un período de tiempo antes de salir, permitiéndole a ese límite que se ablande. Resiste la tentación de salir de la postura cuando hayas terminado de realizar los ajustes. Sostiene la postura y esperen a esa indicación interna que te indica el momento de salir de la postura. No existe una postura final o limite último. Siempre aparecerán nuevos límites.

Permanece en cada asana tanto como te sientas integrado, sólido, hasta sublime. Y sólo entonces muévete hacia otra postura cuando esa cualidad desaparezca. Esto no quiere decir que abandones temprano porque el asana es difícil o incómoda, sino que no permanezcas innecesariamente un largo tiempo en la postura en la cual ya has perdido la atención somática o que ya no pueden extender su inteligencia a cada parte del cuerpo de una manera clara y pareja.

Geeta Iyengar

Siete Arquetipos en la práctica de Asanas

"Creemos que hay siete posturas arquetípicas que son la base de la práctica de asanas.  Los primeros cinco arquetipos se aplican a las ...